sábado, 6 de diciembre de 2008

Cerré los ojos, me deslice como a veces lo logro, pero sólo lo consigo cuando mis sentimientos estallan, salí y camine de noche , por lugares oscuros, por preguntas sin responder, me descubrí caminando hacia su casa , hacia esa casa, donde dejé mi corazón plantado, cubierto de polvo, casi inconsciente y a medio vivir, con un poco de alma, quizás quería rescatarlo, camine con todo un tumulto de rabia y un puñado de falsas esperanzas que ideé con los ojos cerrados y la mente fluyendo, me acerque a la reja , pareció eterno el momento de decidir si gritar para ser escuchada, me desplome un segundo, entre sin cuidado, sin ser vista, pase por medio de un bullicio ensordecedor, pase por el pasillo que me llevaba a unos de los rincones menos imaginados para mi, entre y estaba tumbada soñando, tu boca estaba entreabierta dejando escapar sorbos de respiros , los que tanto necesitaba, olvide que mi principal misión era recuperar mi corazón pero el tiempo se detuvo, sabia que mi cuerpo estaba muriendo en mi cama , sabia que me había deslizado volando casi por un aire, llena de sentimientos, dejándome morir, tal vez en ese momento comprendí que solo necesito estar en un lugar, me recosté a tu lado y observe como se mueve tu pecho lleno de vida, observe como se mueven tus manos para acomodar, me quede tan cerquita sin ser imprudente, olí tu aire, y susurre tu nombre en tú boca, entre abriste los ojos y me miraste, sé que me miraste, sonreíste y volviste a dormir, mi cuerpo se desvaneció, no recupere nada, no era necesario ya no necesitaba el alma de mi corazón porque siempre la he tenido en mis manos, no necesito estar contigo , no necesito tu diario vivir, porque regrese a mi cuerpo y seguí derrochando felicidad, de esa que me sobra , de esa que me alegra, seguí viviendo en ausencia de ti, aunque no puedo negar que siempre me salvas la vida cuando me empiezo a deslizar.